
Por Dª Susana Rodríguez. CEO Plataforma Agroalimentaria.
- Miembro Consejo Asesor Fundación Empresa y Sociedad.
- Senior Advisor Bision.
- Profesora EOI sector TIC.
- Ha ocupado diferentes cargos en Microsoft.
- Empresaria con más de 30 años de experiencia en el sector de Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Funda su propia empresa (2004) en sector marketing y ventas, liderando su crecimiento hasta su venta (2020).
- Especialista en IA, Estrategia Empresarial y Transformación Digital. Visión estratégica e innovadora en Gestión y Gobernanza.
Descubriendo el Mundo de los Peritos: Un Faro en la Tormenta.
Hace poco, mi querida amiga Lourdes Perlines, una auténtica experta en el mundo de la pericia y gestión de riesgos, me pidió escribir un artículo sobre su profesión para su blog. Por supuesto, acepté encantada porque colaborar con Lourdes siempre es un placer.
Cuando pensamos en un perito, especialmente aquellos que no estamos familiarizados con su labor, es fácil caer en la simplificación. La imagen común que muchos tenemos es la de una persona seria, vestida de traje, con un maletín lleno de papeles, que llega a evaluar daños después de un accidente. Y la sensación de que dependiendo de lo que diga, cobraremos o no la indemnización pertinente. Pero, ¿qué es lo que realmente hace un perito?
Desde fuera, un perito puede parecer simplemente un evaluador, alguien que cuantifica daños y verifica hechos. Imaginamos a alguien que llega después de un incendio, una inundación o un accidente de tráfico, mide, toma notas, saca fotos y luego entrega un informe. Esta es, sin duda, una parte importante de su trabajo, pero está lejos de ser todo lo que hacen.
Para establecer con detalle en qué consiste su labor, el primer paso es definir la profesión. Decidí que el mejor punto de partida era preguntarle a mi ChatGPT. Esta es la respuesta:“Un perito es un profesional experto en una materia específica que ofrece su conocimiento técnico para evaluar, analizar y emitir informes en procesos judiciales u otras situaciones que requieren una valoración especializada, contribuyendo a esclarecer hechos y facilitar la toma de decisiones informadas.”
Si no conociese a Lourdes, esta definición sería sencillamente perfecta. Pero… conozco a Lourdes. A través de las conversaciones que he ido teniendo con ella, sé que esa definición se queda corta. Añadiría:
Rigor y Precisión: Los peritos deben tener un ojo de águila para los detalles. Un perito que confunda un agujero de bala con una mancha no durará mucho en el negocio.
Conocimientos Técnicos: Necesitan saber de todo un poco, desde ingeniería hasta derecho. Imagino que deben ser como enciclopedias humanas con patas.
Objetividad: Tienen que ser imparciales y justos, algo así como el árbitro en un partido de fútbol, pero sin la multitud enojada gritando desde las gradas.
Habilidades Comunicativas: Deben explicar sus hallazgos de manera clara y concisa. Piensa en un profesor que no te duerme en la primera diapositiva.
Conclusión, la definición de ChatGPT se queda corta, como corto se queda el conocimiento que tenemos de los peritos.
Un Día en la Vida de un Perito
Armada con esta información, intenté imaginar cómo sería un día típico para un perito. Me imagino a Lourdes como una detective moderna, llegando a la escena de un siniestro, no con una lupa, sino con una tablet y una cinta métrica. Evaluando daños, haciendo fotos, entrevistando a testigos, y probablemente encontrándose con alguna que otra excusa poco convincente.
La Realidad Supera la Ficción
Después de documentarme leyendo artículos sobre su labor, la realidad es que ser perito es mucho más que una serie de anécdotas divertidas o siniestros dramáticos. Implica un profundo conocimiento técnico y la capacidad de mantener la calma bajo presión. Realizan una búsqueda exhaustiva para determinar la verdad detrás de cada caso, y sus informes pueden influir en decisiones importantes, desde reparaciones hasta indemnizaciones. Buscan justicia y precisión. Por esto, mi respeto por esta profesión ha crecido enormemente.
Conclusión: Así que la próxima vez que escuches la palabra "perito", piensa en profesionales dedicados, que con su experiencia y conocimientos nos ayudan a navegar por las aguas turbulentas de los imprevistos. La aportación que quiero que deje este artículo es que un perito no tiene por qué aparecer cuando ya nada tiene remedio. Se puede contar antes con ellos para evaluar a priori nuestra situación de coberturas de riesgos, tanto personales como profesionales.Si no has hecho esto antes, recuerda que un buen perito puede ser tu mejor aliado. Los peritos trabajan preventivamente, ayudando a las empresas a prepararse para posibles contingencias. Su intervención puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y eficiente y un caos prolongado. La realidad de los peritos es que, lejos de ser evaluadores de daños, son consultores estratégicos, gestores de riesgos y, en muchos casos, los héroes silenciosos que ayudan a las personas y empresas a superar momentos difíciles. Ofrecen seguridad, claridad y soluciones en un mundo lleno de incertidumbres. Gracias a Lourdes, mis seguros ahora están tan bien organizados que ni un tornado podría hacerme tambalear. Y por eso, estoy eternamente agradecida.