No hay garantía de actuación que más me pueda gustar que la Responsabilidad Civil. Pienso que quizás, obedezca a la libertad de actuación que te posibilita, siempre desde el rigor pericial, claro que si!
Quién dice que este trabajo mío no es creativo, innovador y diferente cada día ? Pues ya lo digo yo: «Sino el/uno de, los trabajos más bonitos del mundo«.
■ Circunstancia (2013): Incendio de vehículo agrícola de altas prestaciones, solicitado a un vecino de la zona, para probar un equipo de diagnosis. Intervención a partir de Contrato de Seguro del tipo RC de la empresa fabricante de la herramienta de software.
■ Aplicativo Pericial: Estudio de la documentación, costaba creerlo, francamente. Contacto con todas y cada una de las partes intervinientes. El taller mecánico, cliente de la mercantil asegurada, fue quien solicitó el vehículo a su propietario, para verificar las bondades del aplicativo informático y aportó, a la vez, uno de los elementos clave en el suceso, el convertidor de tensión.
■ Desarrollo I: Personada en la situación del suceso, en primer lugar, establecer un orden en la paradoja acontecida. En este tipo de asuntos, cuando existen varias partes vinculadas, solicito de forma escrita la secuencia de hechos a cada uno de los implicados (objetividad hechos = realidades = Art. 335.2 LEC 1/2000, de 7 de enero ). En esencia, para evitar los cambios de versión, que tan poco ayudan a ninguno de los actores, en tanto en cuanto se van sumando «expertos», siempre de opinión; el criterio y el conocimiento, requieren otro valor.
■ Desarrollo II: Es evidente que el desconocimiento del Riesgo asumido, es determinante. El vehículo se encontraba «procesando» árboles, tal y como recoge la imagen principal, en los previos al suceso. Tuvieron a bien, la retirada de la cabeza procesadora, no así, que la partícula pulverulenta de toda materia combustible, desarrolla incluso, atmósferas con elevado índice de explosividad.
■ Desarrollo III: Allí estaban ellos, armados con el equipo de diagnosis que ….no tenía batería. Deciden en consecuencia, acudir a buscar un convertidor de tensión al taller de uno de los participantes y conectarlo a la batería del tractor (en el parque automovilístico había dos vehículos más de los que pudieron hacer uso); el tractor contaba con una toma de alimentación a los efectos. Y se produce el desastre….su acción propició el desarrollo de un arco eléctrico que acompañado de la atmósfera altamente contaminada de polvo de madera, finalizó en la circunstancia de siniestro. Las malformaciones que presentaba la batería y conectores, resultaban en todos los casos, provocadas por agente externo y sin duda, el foco primario de ignición se localizaba en el habitáculo de la batería. El convertidor de tensión, tras su análisis, tampoco presentaba anomalías internas. Quemaduras, lesiones….La mitigación se produce gracias a otro segundo vehículo tractor que pasa por la zona y arroja tierra sobre el fuego, logrando su extinción. Absolutamente condicionante al respecto del alcance económico de daños de forma global, la inexistencia de viento, conforme a los vestigios que se recogen en, nuevamente, la imagen principal del post.



De izda a dcha → Batería del vehículo que apareció días después, nunca se supo → Alojamiento de la batería con claras evidencias de conos de fuego y marcaciones ineludibles en las coloraciones del acero →Verificación de que la batería se correspondía con el conjunto.
■ Desarrollo IV: Interviene un gabinete a través del Contrato de Seguro del tractor, que carecía de garantía de Incendio, otorgando de acuerdo a las lesiones por ellos analizadas, la consideración de siniestro total conforme al valor real del vehículo.
■ Desarrollo V: Y yo que todo lo destripo…(después de la RC, es casi lo que más me gusta) como el vehículo no podía/quería moverse de su localización, pues…segundo tractor en ristre para, con un conveniente trincaje y ayuda de una pala, levantar la cabina reversible y verificar como el tren de rodadura, bombas hidráulicas y resto de componentes principales del tercio inferior……… no tenían afectación alguna compatible con los hechos producidos. La propia morfología del incendio y vectores de propagación, apuntaban a ello, no obstante, hay que constatarlo. Establecí en mi Dictamen Pericial, su recuperación (-XX.000,00 €) como repuesto de intercambio, no achatarramiento.



Bajo la cabina, confirmo la existencia de elementos altamente sensibles a la deformidad por altas temperaturas (tubos corrugados entre otros), sin atisbo alguno de fusión. Nada que decir al respecto de la estabilidad que presentan los acabados en pintura del conjunto de piezas y mecanismos, amparados por el protector térmico situado bajo la cabina de orden habitual.
■ Conclusión: El asunto se judicializó, la aseguradora rehusó el siniestro y demandó el asegurado, que abonó el vehículo a su propietario, de acuerdo al Dictamen de los compañeros intervinientes del gabinete. El Fallo nos fue desfavorable, si bien, la Sentencia, en Primera Instancia (se apeló y desconozco el pronunciamiento posterior), recogió mi valoración de daños que suponía ± 50% del reclamo. Ambas cuantías en consideración al valor real y venal del vehículo respectivamente, y en mi caso, la recuperación como subproducto de los elementos no afectados.

Reflexión: Esto no va de flores, las tengo todas metidas en cajas y seguro que, como acertadamente alguna persona pensará, más de las que me corresponden. Va de hacer el trabajo de forma seria, desarrollando las capacidades que son inherentes a la función pericial, siempre bajo mi óptica, posiblemente equivocada; habitualmente, suelen acompañar los resultados. Va de mancharse, va de molestarse, implicarse…..FORMARSE. Es muy alta la responsabilidad que tenemos en nuestras manos, aunque solo sea tomando en consideración el aspecto crematístico de los asuntos. Hay personas que han hecho muchos kilómetros para vender los Contratos de Seguro a los que los peritos, junto con otros miembros, damos validez.